Los entrenamientos postpartido del Valencia se están convirtiendo en un polvorín. Una subida de tensión entre los menos habituales que ya ha provocado un par de imágenes poco agradables. La semana pasada el técnico del filial, Vicente Mir, recriminó a varios jugadores del primer equipo sus bruscas entradas con un contundente: "Nosotros no tenemos la culpa de que no juguéis", que llegó a provocar un cara a cara entre el técnico y Aduriz.
Ayer, en una sesión que se presentaba plácida, tras la cómoda victoria del sábado ante la Real, volvieron a saltar las chispas. Esta vez no había jugadores del Mestalla y la tensión subió entre los propios compañeros de vestuario.
El encontronazo empezó con César recriminando algo a Jordi Alba a voz en grito. El portero insistió en los gritos hacia el lateral señalándole de forma desafiante. Ahí fue cuando la tensión se desbordó. Vicente Rodríguez intervino en la refriega verbal dirigiéndole varias voces al portero y caminando hacia él.
En ese momento apareció la figura de Unai Emery. El técnico vio que la cosa se podía desmadrar e intentó sujetar al de Benicalap. De hecho, le gritó al oído que se serenara. Vicente se zafó del agarrón del técnico con un movimiento brusco. La cosa no llegó a mayores, aunque los gritos siguieron. Al acabar la sesión, Jordi Alba abandonó la Ciudad Deportiva a toda prisa y el resto de implicados intentaron quitarle hierro al asunto.
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